Los radiadores de agua para calefacción son una gran alternativa de mercado a la hora de calentar nuestra vivienda.
Sin embargo, ante los distintos tipos de radiadores, los clientes no obtienen toda la información necesaria para la elección entre uno u otro. Esto puede ser por dinero o por las funciones de cada uno. A continuación despejamos ambas dudas y te mostramos cómo poder instalarlo tú mismo.
¿Cómo instalar radiadores de agua para calefacción?
Instalar radiadores de agua para calefacción o de cualquier otro tipo es una tarea compleja, que, en muchos casos, requiere de manos de profesionales para ejecutarla, además de un listado de accesorios necesarios que permitan un correcta instalación.
Dentro de los radiadores de agua, los puede haber que sean bitubo o monotubo, dependiendo del número de las tuberías que acabarán permitiendo el filtro del agua que circula por el interior. Lo más comunes son los que tienen dos tubos, es decir, las bitubo.
El funcionamiento hace que una tubería conduce el agua caliente desde la caldera a los radiadores, mientras que otra tubería (de retorno) la devuelve desde los radiadores a la caldera. Para cada radiador hay pequeñas derivaciones de ambas tuberías.
El proceso de instalación se puede observar a través de los siguientes pasos:
- Apagar la cartera y vaciar el circuito interno
- Colocar el detentor, la válvula para purgar y el tapón en los orificios indicados del radiador y apretar para fijarlo
- Fijar el radiador a la pared para que quede colgado mediante un sistema de taladro y tornillos.
- Cortar y soldar las tuberías. Es la parte más complicada del proceso, y por la que muchos usuarios deciden contactar con servicios profesionales. Ya sea por falta de conocimientos o de herramientas.
- Una vez las tuberías están cortadas y soldadas, debemos enlazarlas y comprobar el correcto funcionamiento del circuito para poder disfrutar del calentamiento.
¿Cuánto cuesta la instalación de radiadores de agua?
A la hora de establecer un precio de instalación de radiadores de agua, podemos observar que suele variar en función de una serie de factores. El más determinante de ellos hace referencia a la caldera. Ya que si el cliente ya la posee, se puede ahorrar una importante cantidad de dinero en el proceso de instalación. Con todo ello, los precios aproximados de radiadores de agua, desglosados y con sus diferentes variantes pueden ver en la siguiente tabla:
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Elemento o proceso |
Coste |
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Caldera |
900-1.500€ |
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Tuberías |
10-20€ m/l |
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Radiador |
10-50€ |
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Proceso de instalación |
700-2.500€ |
¿Cómo funcionan los radiadores de agua?
Los radiadores de agua pueden ser utilizados en viviendas con calderas de gas natural o gasóleo, ofreciendo un sistema de calefacción de tipo fijo. Por esta razón, no se pueden instalar radiadores de agua para calefacción en viviendas que hayan optado por un servicio de gas diferente, como el propano o el butano.
Su funcionamiento tiene lugar gracias al agua caliente que circula por su interior, generando o desprendiendo calor por aquellas zonas de la vivienda en la que están instalados.
Entre sus principales ventajas podemos destacar su rápido calentamiento, su gran duración de calor, y su enorme variedad de modelos a bajo precio, convirtiéndose en un producto verdaderamente rentable por el servicio óptimo que ofrece.
¿Qué tipos de radiadores de agua existen?
Al igual que dentro de la categoría de radiadores podemos encontrar diversos tipos, los radiadores de agua tienen a su vez una subcategoría, en la que podemos distinguir entre las siguientes clases:
- Radiadores de aluminio: Son los más comunes y utilizados. Entre sus principales ventajas destacamos su rápida capacidad de respuesta y una gran resistencia a la corrosión, además de ser bastantante ligeros.
- Radiadores de acero: Son casi tan rápidos como los anteriores, aunque menos resistentes. Muchas personas optan por estos ante su escaso precio de compra.
- Radiadores de hierro fundido: Apenas se siguen fabricando, sólo lo conservan aquellos que comenzaron a usar este tipo de radiadores hace años. Al ser más antiguos, tienen peores características que los anteriores, lógicamente.