
Las puertas comunes a veces suelen ocupar espacios indeseados en el hogar, por eso quizás pensamos en algún momento en tener puertas corredizas que de una u otra forma, nos sea útil en muchos sentidos, además de que desde el punto de vista estético son muy atractivas. Además de que ahorran mucho espacio, estas puertas corredizas son más cómodas y fácil de mantenerlas operativas en relación con las puertas normales.
Es muy sencillo realizar esta labor, solo es cuestión de ciertos detalles muy particulares y precisos. Las puertas correderas en la mayoría de los casos representan una opción más efectiva, por ende contar con ellas en casa es un plus importante.
Herramientas para convertir una puerta normal en corredera:
- Taladro
- Brocha
Materiales para transformar una puerta normal en corredera:
- Tapetas
- Masilla
- Pintura
Paso a paso para convertir una puerta normal en corredera:
Se trata de un proceso breve el cual debes de realizarlo con tranquilidad y precisión para obtener los resultados que deseas. Debes de tener claro que por lo general existen 2 tipos de puertas corredizas que se diferencian por mínimos detalles, donde de igual manera te explicaremos la forma básica de transformación de una puerta normal en corredera, tú te encargas de darle los detalles que desees:
- Lo primero que debes hacer es utilizar el taladro para hacer más grande el hueco de la puerta ya existente, donde posteriormente utilizarás las tapetas para cubrir el marco. Lo que se busca con las tapetas es hacer menos visible el hueco de la puerta, donde en muchos casos es recomendable colocarlas doble o utilizar un listón pequeño de madera.
- Luego de obtener el hueco adecuado, lo siguiente es preparar la puerta, en donde debes de elaborar un canal inferior perfectamente mecanizado para que la hoja de la misma se pueda deslizar sin ningún problema. Es viable también que utilices un perfil en L de aluminio o PVC. Lo que se busca con esto, es evitar en todo momento que la puerta realice movimientos transversales.
- Al realizar debidamente los pasos anteriores, te queda solo retocar la puerta con los acabados. Acá utilizaremos la masilla, y posteriormente con la brocha aplicaremos la pintura, para de esta manera sellar los agujeros del picaporte y las bisagras.