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Reformas Barcelona

Cómo afrontar una reforma viviendo en casa

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Es evidente que el mejor escenario es que mientras duré la reforma de tu hogar no vivas allí. Sin embargo, está situación no siempre es posible y en muchas ocasiones no nos quedará otra que convivir con la obra. Es complicado, pero se puede superar. A continuación te contamos los principales inconvenientes y algunos trucos para que todo sea mucho más llevadero.

No disponer de tu casa como estás acostumbrado es una situación molesta y que hay que saber llevar, así que es mejor que te vayas mentalizando de cuáles van a ser las trabas a lasque vas a tener que hacer frente:

  • La limpieza: todos estamos acostumbrados a tener impoluta la casa. Ahora bien, una reforma, como cualquier trabajo de construcción, genera mucho polvo y escombro a diario algo que, para algunas personas, puedes ser difícil de llevar.
  • Los horarios: piensa que los obreros tienen un horario concreto de trabajo que, seguramente, no coincida con los tuyos. Así que tendrás que acostumbrarte a que lleguen a tu casa a horas en la que acostumbrabas a estar durmiendo, o que todavía sigan en ella cuando vuelvas del trabajo y quieras dar comienzo a tu tiempo de relax.
  • La intimidad: nuestra casa en nuestro pequeño refugio del mundo, donde hemos construido ese lugar íntimo en el que aislarnos de los problemas del día a día cotidiano. Una reforma se lleva todo esto de un plumazo, porque tendrás gente en casa de manera constante.
  • La comida: otro elemento que se verá afectado serán tus costumbres alimenticias. Tendrás la cocina inoperativa durante un buen número de días. Podrás solucionarlo comiendo fuera de casa, optando por precocinados o por comida para llevar. La cocina es una de las estancias que más tiempo se tarda en renovar, y ninguna empresa de reformas de cocina te dará un tiempo estimado de finalización menor a una semana.
  • La higiene: durante el tiempo que dure la reforma, te será más complicado llevar a cabo tus tareas de higiene diaria. Lo ideal es que en casa tengas dos baños, y mientras se reforma uno el otro siga operativo. En caso de que no sea así, durante el tiempo que dure la remodelación del aseo, tendrás que buscar una fórmula alternativa en forma de vecino, familiar o amigo.

Y aunque los inconvenientes son grandes, siempre se pueden hacer cosas para paliarlos y hacer que todo vaya un poco mejor. Aquí te dejamos algunos consejos en base a nuestra experiencia:

  • No te frustres ni caigas en la ansiedad. Intenta estar positivo y no dejes que las incomodidades y las trabas te hagan venirte abajo. Una actitud positiva es la mejor medicina para solucionar cualquier problema. Ten en mente que es algo temporal y que pocos días estarás ya disfrutando de la casa que siempre has querido.
  • Ya te lo hemos comentado antes, pero no está demás volver a incidir en ello porque es uno de los principales inconvenientes. Si cuentas con dos baños, ten siempre uno operativo. Deja esto bien claro antes de que comience la obra.
  • Intenta organizar lo mejor posible el tema del Si tienes un garaje o un trastero, deja allí todo aquello que no necesites. Los obreros podrán trabajar más cómodos, no habrá daños y esos objetos se ensuciarán menos. Si no es posible, siempre puedes alquilar un trastero o pedir a familiares o amigos con espacio que te guarden cosas.
  • Si hay niños o ancianos en la casa, las posibilidades de peligro son más grandes, por lo que tendrás que tener mucho cuidado y pedir a los operarios que también lo tengan ellos, sobre todo a la hora de ver donde dejan las herramientas o con zonas que no estén del todo terminados y puedan causar daños, para lo que aconsejamos que se señalicen bien.
  • Elige una empresa de reformas seria, de confianza y que sepas que son formales con los tiempos y los acabados. Esto puede marcar la diferencia. Si estás por Madrid o alrededores te recomendamos Reforcam, empresa con una larga trayectoria en multitud de proyectos.